cronicas y leyendas peruanas

Tuesday, February 15, 2011

LA CASA DE PIEDRA DE CHANCAY (2010)


Del poeta Hernán Luis Anaya Arce

Casi al atardecer, desde una empinada,
Pude contemplar la costa, la orilla y la arena
Que se extendía como un manto caprichoso
Y golpeado suavemente por el céfiro

Mientras observaba el mar azul y su abisal
Las nubes avanzaban cargadas de generosidad
Tratando de imponer su naturaleza
En el vasto cielo sin contorno

De pronto la figura tenue de una mujer
Empezó a centellar en la orilla, en la arena
Y como si fuera una raíz que transmite vida
Resplandeció bajo un cielo sin estrellas

Hermosa y portentosa como una diosa
Dejaba que las alas de las suaves olas
Acariciaran sus turgentes mieles
Fue encanto para los ojos, barro prohibido

Y el silencio de la noche empezó a envolver
El fin como centurias, y desde la empinada
Solo la casa de piedra, testigo del ir y venir
De aquellas aguas espumosas y perpetuadas


HERNAN LUIS ANAYA ARCE (Chancay, 1968) Sus estudios primarios y secundarios los realizó en su tierra natal. Escribe poemas desde que era un adolescente, aunque muy pocas veces ha tenido la ocasión de publicarlos, debido a que se mueve lejos de los círculos literarios. Se gana la vida con una profesión que no tiene nada que ver con la literatura, razón más que suficiente para tener muy en cuenta sus producciones poéticas. Publicamos esta creación suya porque realmente huele a mar, porque tiene todos los ingredientes de una buena poesía.

2 comments:

  1. 1) Esta linda poesía nos remitió el poeta Hernán Luis Anaya Arce, fue labrada frente al tranquilo mar azulino del norte chico, el poema nos dice mucho del autor, de sus vivencias, preocupaciones y realizaciones.

    2) En términos generales en la literatura, los escritores y los poetas son más que su cerebro o su cuerpo, su verdadera esencia está en su alma, que es eterna, y cuando algún día su voz calle con la muerte su corazón nos seguirá hablando.

    3) La felicidad dentro de la vida siempre es interior y no exterior: por lo tanto, no depende de lo tenemos, sino de lo que somos.

    Sinceramente,
    Eduardo Maximiliano Narrea Huamaní, "El cacique de los Andes.

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  2. Muy bonito y sensible poema, felicidades al autor, sobre todo k lo inspiró la naturaleza del mar chancayano, y obviamente una mujer.

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